¡Qué papelón!

Retiro espiritual
Hace unos meses tuvimos un retiro espiritual en el colegio. Habíamos terminado de comer, y yo tenía un sueño que me caía. Encima, la profesora de religión dijo que hiciéramos un momento de silencio para orar y así agradecer los alimentos. En eso, comenzé a tener hipo. Si bien intenté disimularlo, mis amigas comenzaron a darse cuenta y todos empezaron a mirarme...hasta la maestra del grado, con su peor cara, me miró seria. Por supuesto, roja como un tomate, no sabía donde esconderme.
Gianina.
Nivel de bochorno: No fue tan terrible, ya te vas a olvidar.

Ilusión óptica
Resulta que, bueno..., la naturaleza no me dio lolas muy visibles. Bah, más bien soy re chata. Entonces, mis amigos del cole me cargan y eso no me divierte para nada. Así fue como la vergüenza me llevó a cometer una pavada. Íbamos a bailar con mi amiga y se me ocurrió ponerme un corpiño de mi hermana, que sí tiene buenas lolas, y rellenarlo con algodones. Arriba me puse una remera suelta y la verdad es que disimulaba bastante bien, al menos tenía algo de curvas. Feliz con mi delantera, me fui a bailar. El tema es que a la mitad de la noche y en pleno dancing me olvidé de mi truco de algodones y me puse a bailar re copada. En eso, el chico que bailaba conmigo me muestra un pedacito de algodón y me dice: "Me parece que se te cayó esto". ¡¡¡Me quería matar!!! Creo que fue el peor papelón de mi vida. Un horror difícil de olvidar.
Angie.
Nivel de bochorno: ¿Pensaste en mudarte del país?

Pizzería...¡Cero onda!
¡Hola TKM! Les cuento que mi mayor papelón fue con el bombonazo de la escuela. Pr fin, ¡el chico más lindo del mundo me invitó a salir! Ese día, para que me vea súper linda, me compré un vestido nuevo "re top". Además, me fui a la peluquería y hasta me agendé una cita con la maquilladora. Claro, yo pensé que iríamos a cenar a un restaurante a la luz de las velas. Pero NO, me llevó a la pizzería de la esquina de mi casa. Al entrar al lugar, todos los vecinos se quedaron mirándome (ellos estaban vestidos de jean y remera, con ropa común y corriente, y yo toda producida)...En fin, quise salir corriendo, pero mi amor hacia él hizo que me quedara. Ahora el chico es mi novio, y entre nosotras les cuento que tenemos varias cenas a la luz de las velas.
Lisa
Nivel de bochorno: Qué bueno que no nos pasó a nosotras

Una real karateka
Hacía una semana que yo había obtenido el cinturón amarillo en una exhibición de karate. Yo estaba súper orgullosa; entonces, como mi novio no había podido verme, le pedí que viniera a mi casa, así le hacía una minidemostración. Al principio él no quería saber nada, pero al final lo convencí. Mientras él jugaba con el perro en el jardín de mi casa, yo subí corriendo a cambiarme y ponerme el uniforme, y me convertí en una verdadera karateca. Movimiento va, movimiento viene...con tan mala suerte que una de mis patadas se fue a su cara y yo me caí hacia atrás, me di un golpe tremendo también. ¡Qué papelón, me quería matar! Por poco tuvimos que salir corriendo al hospital.
Julieta.
Nivel de bochorno: ¡Si te he visto, no me acuerdo!

Auto loco
Resulta que con mi hermana fuimos a un parque de diversiones, y tras recorrer todos los juegos, decidimos subirnos a los autitos chocadores. Ella quería que yo subiera en el asiento del acompañante. Le dije que NO porque ¡¡¡quería tener el control del manubrio!!! Y me subí a un auto sola. Hasta ahí, todo bien. Pero el juego empezó y mi auto tenía problemas porque iba para cualquier lado; lo único que llegaba a chocar era a los autos que estaban al costado. ¡Fue un papelón! En un momento, el auto se paró y no había forma de hacerlo andar. Para colmo, mi hermana pasaba al lado mío matándose de risa.
Juliana
Nivel de bochorno: No fue tan terrible, ya te vas a olvidar.

¡Mandanos tu papelón a www.mundotkm.com, a info@mundotkm.com o a Costa Rica 5639, Capital, con el título "¡Qué papelón!" y salí en la revis!